Klaus Regling, el presidente del fondo de rescate de la zona euro, ha dicho este martes que los generosos planes de gasto de Italia suponían un riesgo para los bancos nacionales, pero advirtió que no hay motivos para el pánico, porque el contagio a otros países había sido “muy limitado”.
El proyecto de presupuesto de Italia para el 2019 apuntaba a un déficit del 2,4 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), una cifra que se ubicaba por encima de los compromisos del Gobierno anterior y que podría aumentar el enorme volumen de deuda pública del país, incumpliendo así con las normas fiscales de la Unión Europea.
Klaus Regling ha señalado en una conferencia de prensa en Luxemburgo que “hay un riesgo con Italia. Estamos preocupados por Italia. Porque los planes fiscales no son compatibles con el marco fiscal de la Unión Europea”.
Estas declaraciones se ofrecieron horas antes de que la Comisión Europea debatiera los próximos pasos sobre Italia, en un procedimiento que los expertos aseguraban traería como consecuencia un rechazo sin precedentes del plan presupuestario italiano y, en última instancia, a multas.
El presidente del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), con sede en Luxemburgo, ha subrayado que los problemas de la deuda de Italia son diferentes a los de Grecia, que necesitó tres rescates de la zona del euro en los últimos diez años.
Regling ha dicho que “la verdad es que no hace entrar en pánico aquí” y ha enumerando las diferencias entre la situación actual de Italia y la larga crisis que se vivió en Grecia.
En este sentido, ha señalado que los fundamentos de Italia eran mucho más sólidos porque el déficit nominal del país es limitado y tiene un superávit en cuenta corriente. Asimismo, ha agregado que su deuda tiene un vencimiento medio relativamente largo que ayuda a proteger al país de la presión del mercado.