Los miembros del Banco Central Europeo (BCE) se han mostrado satisfechos porque los mercados hayan comprendido las líneas maestras de su política de comunicación, aunque han expresado su preocupación por el enfrentamiento comercial, según muestras las Actas desvelados por el supervisor europeo.
Los dirigentes del BCE se unen así a las preocupaciones expresadas por sus colegas de la FED respecto a la guerra comercial. «Los riesgos para las perspectivas económicas se consideran «ampliamente equilibrados», aunque «las incertidumbres relacionadas con los factores globales siguen siendo importantes, en particular las relacionadas con el proteccionismo y el riesgo de una escalada de las tensiones comerciales», dicen las Actas del BCE.
Los documentos revelan que, en la última reunión antes de las vacaciones de verano, Mario Draghi y sus colegas confirmaron sus planes para una salida gradual de la política monetaria fuertemente expansiva que ha llevado a cabo la institución, alegando que los datos confirmaban que la recuperación de la zona euro era sólida y encaminada a incrementar la inflación.
No obstante, las Actas no hacen referencia alguna a la situación en Italia ni a una posible preocupación por los planes de gasto del nuevo Gobierno populista.