El ministro de Hacienda de Brasil, Joaquim Levy, ha anunciado que el Gobierno podría realizar recortes adicionales al presupuesto, con el objetivo de fortalecer sus finanzas ante una fuerte caída en los ingresos impositivos.
Por otro lado, Joaquim Levy no ha descartado la posibilidad de bajar las metas fiscales. Los mercados sospechan que el Gobierno podría ajustar su meta de un superávit presupuestario primario de 1,1% del PIB.
Levy ha comentado en una inusual reunión informativa ante la prensa local que “el Gobierno está totalmente consciente de que un cambio en la meta no es el fin en el proceso de ajuste fiscal. Todo lo contrario, significa que hay que seguir con el ajuste”.
El saldo primario, que es lo que ahorra el Gobierno antes de pagos de intereses, es visto como un indicador importante de su capacidad para honrar las obligaciones de deuda.
Una bajada en la recaudación fiscal y la resistencia política a los recortes presupuestarios han complicado los esfuerzos de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, para salvar la nota de grado de inversión del país sudamericano.
Levy ha señalado que “ese informe reflejará nuestra realidad. Estoy diciendo que la situación ha cambiado, lo que significa que debemos responder con vigor y realismo”.
El Gobierno de Brasil podría aplicar recortes de gastos adicionales por encima de los 70.000 millones de reales (20.195 millones de euros) que ya habían sido anunciados este año.
A pesar de las acciones que ha tomado el Gobierno para mantener una serie de alzas impositivas y fuertes reducciones presupuestarias, los resultados fiscales siguen decepcionando a los economistas en Brasil.