La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) prevé que el crecimiento mundial se reducirá a un 3,7 por ciento este año, y a un 3,5 por ciento en 2019 y 2020.
El organismo ha dicho que la desaceleración del crecimiento mundial sería peor en los países no miembros de la OCDE, y muchas economías de mercados emergentes podrían sufrir salidas de capital por la subida gradual de tipos de interés por parte de la Reserva Federal.
Asimismo, la OCDE ha recortado sus perspectivas para países en riesgo, como Brasil, Rusia, Turquía y Sudáfrica.
La subida de los tipos de interés podría llevar a los mercados financieros a reconsiderar los riesgos a los que están expuestos los inversores, lo que traerá como consecuencia una vuelta a la volatilidad.
Laurence Boone, economista jefe de la OCDE, ha dicho que “estamos volviendo a la tendencia a largo plazo. No esperamos un aterrizaje duro, pero hay muchos riesgos. Un aterrizaje suave siempre es difícil. Esta vez es más complejo de lo habitual por las tensiones comerciales y los flujos de capital procedentes de mercados emergentes hacia países que normalizan la política monetaria”.
De acuerdo con las estimaciones de la OCDE, una guerra comercial y la incertidumbre económica podrían restar hasta un 0,8 por ciento del PIB mundial.
La OCDE ha mantenido sus previsiones para Estados Unidos para 2018 y 2019, con un crecimiento esperado en la mayor economía del mundo que pasaría de un 3,0 por ciento este año a poco más del 2,0 por ciento en 2020.
Respecto a China, el organismo ha pronosticado que el crecimiento del país se desaceleraría del 6,6 por ciento a un mínimo de 30 años del 6,0 por ciento en 2020, mientras las autoridades tratan de lograr un aterrizaje suave ante unos aranceles más altos de Estados Unidos.
Para la eurozona, la OCDE prevé que el crecimiento pasará de casi el 2,0 por ciento este año a un 1,6 por ciento en 2020, a pesar de una política monetaria laxa.