Cumpliendo uno de los compromisos acordados durante la reunión de países del G-20, el Fondo Monetario Internacional anunció el día de hoy la aprobación por parte de su consejo de una serie de reformas a sus líneas de crédito, que permitirán extender y flexibilizar sus préstamos a los países miembros con problemas de liquidez, en un movimiento que apunta a amortiguar situaciones como la de España e Italia en un futuro próximo.
Esta serie de reformas reemplazarán las «Línea de Crédito de Precaución» por las nuevas «Línea de Precaución y Liquidez». La diferencia radica en que las anteriores líneas de crédito podían ser utilizadas en caso de desastres naturales y situaciones de emergencia después de un conflicto, mientras que a estas nuevas líneas se les añade la posibilidad de ser usadas en «momentos de estrés» para «romper las cadenas de contagio», en una clara alusión a la actual crisis de deuda de la eurozona.
Estas nuevas y más flexibles líneas de crédito funcionan de dos formas. En la primera, los países podrán recibir crédito a seis meses para hacer frente a sus necesidades de liquidez en un corto plazo, por una cantidad que no excederá el 250% de la aportación anual del país al fondo. En situaciones excepcionales, este porcentaje puede ser elevado al 500%. En su segunda forma, se podrá acceder a un crédito entre 12 y 24 meses, que será igual al 500% de lo que el país aporte al fondo durante al primer año, y que podrá ser extendido al 1000% durante el segundo año. Considerando que España aporta 4.148 millones anuales al fondo, usando la segunda modalidad podría recibir hasta 41.480 millones en el segundo año.
La presidenta de la entidad, Christine Lagarde, felicitó a su consejo por su veloz respuesta para apoyar a los miembros del fondo en la actual situación de crisis. En este sentido, subrayó que se le había pedido al fondo una mejora en sus sistemas de préstamo para ayudar a los países con problemas financieros, y agregó que se ha actuado rápidamente para que esto fuera posible.