Esta técnica de ahorro, popularizada por Kimmie Greene, consiste en centrarse en dos factores comunes en todos los trabajadores: el salario bruto anual y la edad de una persona. Para comenzar ahorrar una mayor cantidad de dinero de la que se gasta hay que coger hábito, de forma ideal, entre los 20 y los 25 años de edad, tal y como recoge BBVA.
¿Cuánto tengo que tener ahorrado según mi edad?
En primer lugar, este método indica que hay que gastar como máximo un 75% del salario bruto anual, por lo que se debe ahorrar el 25% restante. Estos porcentajes están pensados para las primeras etapas, entre los 20 y los 25 años, cuando se coge el hábito de ahorrar y se empiezan a controlar los gastos. Por ejemplo, si el sueldo es de 19.000 euros anuales en este momento, habrá que ahorrar, como mínimo, unos 4.750 euros al año. A esta cantidad se pueden sumar otras aportaciones, como los de la familia o los ahorros previos.
Pasada esta primera fase, una de las edades claves en este método de ahorro son los 30 años. Para hacerse una idea concreta, a la edad de 30 años un trabajador ha tenido que ahorrar un equivalente a su sueldo anual. Después, solo habrá que ir consiguiendo un ahorro estable, mes a mes, adaptándolo a las variaciones de salario que se vayan produciendo, por ejemplo, por una subida de sueldo.
Otra de las claves importantes es que cada cinco años, habrá que ahorrar, como mínimo, un salario bruto. ¿Qué quiere decir esto? Que si se gana un salario estable de 20.000 euros anuales durante cinco años, al final del quinto año habrá que conseguir ahorrar esos 20.000 euros, es decir, 4.000 euros al año.
Siguiendo esta técnica, esta es la cantidad que se debería tener ahorrada según la edad:
- A los 35 años: hay que tener ahorrado el doble de un sueldo anual (40.000 euros, siguiendo el anterior ejemplo).
- A los 40 años: se debería tener ahorrado el triple del salario anual (60.000 euros, siguiendo el anterior ejemplo).
- A los 45 años: el cuádruple del salario anual (80.000 euros).
- A los 50 años: el quíntuple del salario anual (100.000 euros).
Evidentemente, en estas cantidades entra en juego otros factores externos y vitales en la vida de toda persona. Por ejemplo, a la edad de 40 años, con el mismo sueldo bruto anual de 20.000 euros, quizás no se tienen ahorrados los 60.000 euros porque se ha invertido más de la mitad en dar la entrada de una casa. En este momento, se tiene en cuenta también patrimonio.