El plan de ayudas a la compra de vehículos de todas las tecnologías, dotado con 250 millones de euros y bautizado como Plan Renove, impulsará la venta de entre 160.000 y 180.000 unidades y amortiguará así la caída del mercado prevista por el sector para 2020 por la crisis del covid desde el 45 al 30 %.
A estas cifras hay que añadir los 10.000 vehículos que se espera que se acojan al Plan Moves, dotado con 100 millones, para incentivar la adquisición de vehículos alternativos (eléctrico, hidrógeno y gas) o la instalación de infraestructuras de recarga, entre otras cuestiones, según datos del sector.
«Esto va a permitir mantener el empleo y recuperar personal sometido a ertes«, ha dicho a Efe el presidente de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam), Raúl Palacios, que ha subrayado que se trata del plan de reactivación de demanda con la mayor dotación unitaria de cuantos ha habido desde 2012 y que permitirá rebajar la caída de ventas del 45 % previsto inicialmente al 30 %.
Entre 2012 y 2016, se aprobaron ocho ediciones de los entonces conocidos como planes Pive, que se articularon para incentivar la demanda durante la crisis económica y sumaron una dotación total de 1.115 millones (140 millones de media) de la que se beneficiaron 1.173.035 compras.
El actual Plan Renove, al que también se pueden acoger empresas y vehículos comerciales e industriales, prevé ayudas de entre 400 y 4.000 euros para la compra de turismos y particulares y autónomos, dependiendo de la eficiencia del vehículo. Además, se darán 500 euros adicionales por movilidad reducida, baja renta o si el vehículo que se entrega para achatarrar tiene 20 o más años de antigüedad.
Según Palacios, es muy importante que se contemplen ayudas adicionales a las rentas más bajas, porque si alguien conduce un coche viejo «no es porque quiere, sino porque no puede comprarse otro», y esto permitirá impulsar las compras de particulares, que son las que dejan más rentabilidad al concesionario.