El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha descartado el riesgo de una posible crisis económica, al afirmar que en el medio plazo no se vislumbra una recesión «ni nada que se le parezca» y ha manifestado que confía en una gradual recuperación de la inflación en la zona euro.
Durante su intervención esta semana en el Foro de Bancos Centrales organizado en Sintra (Portugal) por el BCE, Draghi ha dicho que «incluso en nuestras perspectivas a medio plazo, para 2020, no vemos una recesión. Vemos un crecimiento más bajo, pero nada que se parezca a una recesión».
Sin embargo, Draghi, que tiene previsto dejar el cargo el 31 de octubre de 2019, ha destacado la dificultad de dar una respuesta desde una realidad «compleja» como la eurozona, donde conviven un total de 19 economías, pues «hay países con margen fiscal y países que no tienen margen fiscal».
Respecto a estas dificultades, el presidente del instituto emisor de la eurozona ha reiterado la importancia de progresar gradualmente hacia una unión monetaria óptima y que permita lograr una convergencia colectiva. En este sentido ha indicado que «aquí entraríamos en el campo de las reformas de la unión monetaria, de profundizar en ella».
El italiano ha dado la bienvenida al documento que han propuesto los gobiernos de Francia y Alemania. Draghi considera que se trata de «un paso alentador en este sentido» y ha destacado el difícil contexto político en el que se ha producido.
Por otro lado, Draghi ha dicho que «también es importante, porque si no me equivoco es la primera vez que tenemos una propuesta planteada por los gobiernos».
Para finalizar, el banquero ha señalado que no se puede desvincular cuál sería la respuesta a una hipotética crisis de la zona euro de la necesidad de reformar y profundizar la unión monetaria.