El Banco Mundial va a duplicar la inversión en educación pública en los próximos cinco años, con el objetivo de mejorar la calidad de la misma, en lugar de aumentar el número de alumnos.
El organismo internacional tiene previsto invertir 5.000 millones de dólares (4.482 millones de euros) para el año 2020, en un intento por llegar a más de 120 millones de niños que no están escolarizados, y unos 250 millones más que no saben leer ni escribir, a pesar de que asisten a la escuela.
Jim Yong Kim, presidente del Banco Mundial, ha señalado esta semana que “la verdad es que la mayoría de los sistemas educativos no están sirviendo a los niños más pobres (…) Con casi mil millones de personas aún atrapadas en la extrema pobreza actualmente, los esfuerzos continuos para mejorar el aprendizaje de los niños desbloquearán enormes cantidades de potencial humano para los años venideros”.
El Banco Mundial, que pretende poner fin a la pobreza extrema para el año 2030, ha gastado 40.000 millones de dólares (35.877 millones de euros) en educación desde el año 2000.
Los especialistas del Banco Mundial consideran que la inversión en educación es un factor clave para erradicar la pobreza global.
Asimismo, han señalado que la calidad de la educación es un firme pronosticador de las tasas de crecimiento económico y la educación puede ayudar a las personas a escapar de la pobreza al aumentar las ganancias en un 10% por cada año de educación.
Kim ha comentado que “la meta para el 2030 no es sólo para que los restantes niños vayan a la escuela, sino también para asegurarnos que están aprendiendo”.