Los bancos de Italia llevan cuatro años aumentando los costes por sus servicios a los clientes.
Mantener una tarjeta de crédito, una cuenta o hacer un ingreso es cada vez más costoso. Las asociaciones de usuarios financieros prevén que este año las familias pagarán entre 18 y 48 euros más que en 2017.
Los ahorros de los italianos en el banco dan muy poco rendimiento, en torno al 0,1%. Pero la preocupación de los contribuyentes también gira sobre el aumento de los costes que deben pagar cada vez que operan en banca, y el mantenimiento de sus cuentas.
De acuerdo con una información que ha publicado el diario La Stampa, los costes por servicios bancarios han crecido desmesuradamente entre los años 2013-2017. Una media del 20% en las diez entidades principales, con picos que superan en ocasiones el 40%. Las operaciones que se llevan a cabo en la oficina física y en la banca online, tienen cada vez un coste mayor.
El año pasado, los ciudadanos italianos evidenciaron el rescate de dos bancos con dinero público, con un montante cercano a los 17.000 millones de euros. Sin embargo, los ahorradores sienten que el sistema bancario de Italia asfixia cada vez más sus bolsillos.
Desde la Asociación de Defensa de los Usuarios de Servicios Bancarios y Financieros (Adusbef) han denunciado que las tarifas relacionadas con las operaciones online son muy elevadas, y consideran que es injusto, porque son los propios clientes quienes lo gestionan desde casa.
El incremento de los costes bancarios es una de las herramientas más utilizada por las entidades financieras para aliviar sus números. Las asociaciones de usuarios financieros en Italia han asegurado que van a seguir aumentando a lo largo de este 2018.