El Banco de Japón mantiene estable su política monetaria a pesar de las señales de fortaleza que se han evidenciado en la economía nipona, lo que sugiere que no tiene prisa por alejarse del estímulo en momentos en que la inflación se encuentra lejos de su objetivo del 2%.
Además, ha revisado al alza su evaluación del consumo privado y el gasto de capital, lo que destaca su convicción de que la recuperación en Japón está cobrando impulso.
Masayuki Kichikawa, jefe macro de Sumitomo Mitsui Asset Management, ha señalado que “mientras el Gobierno mantenga una política fiscal ligeramente expansiva, el BoJ mantendrá bajos los rendimientos a largo plazo. Sin embargo, debemos prestar atención al impacto que la flexibilización monetaria está teniendo en los bancos regionales”.
Por otro lado, Kichikawa ha agregado que el debate relacionado a elevar o no los objetivos de rendimiento podría presentarse en la segunda mitad de 2018.
El BoJ mantuvo su objetivo de tasa de interés a corto plazo en menos 0,1% y el rendimiento de los bonos a 10 años en torno al 0%, lo que cierra un año en el que el banco central no modificó su política monetaria.
En un comunicado emitido esta semana, el BoJ ha indicado que “el gasto de capital sigue aumentando a medida que mejoran las ganancias corporativas y la confianza empresarial”, una opinión más optimista que la de su reunión de octubre cuando dijo que el gasto corporativo estaba aumentando moderadamente como tendencia.
Para finalizar, el BoJ ha asegurado que el consumo está “aumentando moderadamente”, una visión que también resulta más optimista que la de octubre, cuando dijo que el gasto de los hogares era cada vez más resistente.