La Autoridad Bancaria Europea (EBA) ha anunciado que vigilará y profundizará su conocimiento en 2022 a las nuevas plataformas digitales que han surgido en los sectores de banca y pagos.
El organismo, dirigido por José Manuel Campa, ha informado que se ha evidenciado un «rápido crecimiento» en el uso de plataformas digitales que conectan a consumidores con instituciones financieras.
Desde la EBA han señalado que esta «plataformización» permite presentar un amplio abanico de oportunidades, no sólo para los clientes, sino también para las entidades.
No obstante, el supervisor ha agregado que «están surgiendo nuevas formas de interdependencia reputacional, operativa y financiera».
Para hacer frente a esto, la EBA ha dicho que va a trabajar para fortalecer su actividad supervisora y monitorizar estos nuevos mercados.
De acuerdo a lo que ha adelantado, parte de esta actividad se centrará en ayudar a las autoridades competentes a profundizar su conocimiento de los modelos de negocio basados en plataformas, así como también de sus oportunidades y riesgos.
El organismo ha anunciado que va a desarrollar cuestionarios comunes para instituciones financieras reguladas sobre plataformas digitales e instará a compartir información sobre la dependencia de dichas instituciones en las plataformas, con la finalidad de facilitar una vigilancia coordinada a nivel de la Unión Europea.
Los expertos de la Autoridad Bancaria Europea han diferenciado estas nuevas plataformas en cinco tipos, dependiendo de los servicios que presten: comparadores, instituciones financieras con acceso a productos y servicios de terceros, banca y pagos como actividad complementaria, ecosistemas que funcionan como punto único de entrada a productos financieros y no financieros de terceros y facilitadores de acceso a pagos y otros servicios.
La EBA es una autoridad independiente de la UE que trabaja para garantizar un nivel efectivo y coherente de regulación y supervisión prudencial en todo el sector bancario europeo. Sus objetivos generales son mantener la estabilidad financiera en la UE y velar por la integridad, la eficiencia y el correcto funcionamiento del sector bancario.