La actual situación de la banca española y una próxima integración europea mayor centrarán los temas a tratar en la cumbre que reúne a los líderes de las cuatro primeras economías de la zona del euro, en Roma.
El objetivo de esta reunión entre Alemania, Francia, Italia y España es buscar un consenso en cuanto a determinadas acciones para el próximo Consejo Europeo que se celebrará la semana siguiente en Bruselas.
La canciller alemana, Ángela Merkel, el presidente de Francia, François Hollande, y el jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, viajan a la capital italiana invitados por el primer ministro italiano, Mario Monti, para participar en una cumbre que llega en un momento decisivo para el futuro de la moneda única.
Los cuatro líderes europeos se reunirán a partir de las dos de la tarde y está previsto que la rueda de prensa con la que se cerrará la cumbre se celebre a las 16.00 horas.
Rajoy acude a esa cita en Roma con las primeras aproximaciones sobre las necesidades de capitalque requiere la banca española para sanearse y que se estiman como máximo en 62.000 millones de euros.
Según fuentes gubernamentales, uno de los principales asuntos que se abordará será la propuesta de comprar deuda soberana -sobre todo de Italia y España- a través del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) y del Mecanismo de Estabilidad (MEDE) para relajar la presión en el mercado secundario sobre sus primas de riesgo.
Merkel reconoció el miércoles en una rueda de prensa en Berlín que «existe la posibilidad» de comprar deuda en el mercado secundario a través de los fondos de rescate, aunque de momento eso es algo «puramente teórico».
Se espera que discutan también el tema relacionado con la petición de España de que las ayudas puedan inyectarse directamente en los bancos con problemas.
Esa propuesta se ha debatido en la reunión de los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea, el Ecofin, celebrada este viernes en Luxemburgo.
Monti señala que la reunión de Roma y el posterior Consejo Europeo del 28 y 29 de junio debe tener un efecto claro: «Los mercados deben ser convencidos de que crece la voluntad de hacer el euro indisoluble e irrevocable, aunque eso no será suficiente. Hacen falta medidas comunes aplicables dentro del actual marco de los tratados e instituciones para que la zona del euro tenga mas estabilidad financiera». Añadiendo que eso será posible «mediante una gran unificación del sistema bancario» y con «una institución de control», así como «con nuevos mecanismos capaces de apoyar a los países que han aplicado seriamente las condiciones de la disciplina fiscal y las reformas estructurales, las reglas de la UE».