Un año después de poner en alerta a los mercados en el nivel del 3%, la Fed ha señalado que el interés de la deuda de EEUU se desinfla al 2,5%, a mínimos de 14 meses. El cambio de rumbo de la Fed deja el bund alemán al borde de nuevo de las tasas negativas de interés.
Justo dos semanas después de la reunión del Banco Central Europeo, otro banco central, ahora el de EEUU, provoca una nueva oleada de mínimos en los intereses de la deuda pública.
La reunión de la Reserva Federal dio fuerza a las compras de deuda, a uno y otro lado del Atlántico. Muchos inversores dan ya por finalizado el ciclo alcista de los tipos de interés en EEUU, después de comprobar que la Fed ha abandonado sus planes de revisar de nuevo al alza los tipos en 2019. Si en 2018 elevó en cuatro ocasiones el precio oficial del dinero, ahora no contempla otra subida al menos hasta 2020.
El tono del mensaje lanzado ayer por la Reserva Federal es aún más acomodaticio de lo esperado por los inversores, y eleva de paso la inquietud por un panorama económico más incierto. Las expectativas de un mayor freno económico, en un contexto de menores tensiones inflacionistas, y de un retraso en los tipos de interés aceleran las compras de deuda pública estadounidense.
El resultado en el bono a diez años de EEUU es una caída en su interés (que evoluciona de manera inversa al precio) hasta el 2,5%, sus cotas más bajas en 14 meses. Este nivel se sitúa ya muy lejos de la barrera del 3% que se convirtió a principios de 2018 en uno de los principales motivos de alerta en los mercados financieros, ante el temor al impacto de un rápido encarecimiento de los costes de financiación.
El interés del bono de EEUU a diez años llegó a escalar hasta el 3,2% el pasado mes de noviembre, antes de que se dispararan los temores a un frenazo de la economía, y antes de que la Fed diera pistas claras de un freno en sus subidas de tipos.
Los efectos del cambio de rumbo de la Fed traspasan fronteras, y alcanzan de lleno al mercado europeo de renta fija. La principal referencia de la deuda europea, el bund alemán, está a un paso de entrar de nuevo en tasas negativas de interés.