Fitch ha rebajado dos décimas sus perspectivas de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para España en 2019 y 2020, cuando anticipa una expansión económica del 2,1% y del 1,7%, respectivamente, debido al impacto negativo que pueda tener la incertidumbre política en las decisiones de inversión de las empresas.
La agencia de calificación considera que esta rebaja es “modesta” en comparación con el recorte acometido para otras grandes economías de la zona del euro como por ejemplo Italia, cuyo crecimiento para este año ha sufrido un fuerte recorte de un punto porcentual, hasta el 0,1%, mientras que Alemania ha visto reducida en seis décimas su previsión, hasta el 1%.
Fitch ha indicado en un informe que “la incertidumbre derivada de las tensiones políticas podría ensombrecer las decisiones de inversión de las empresas” y ha otorgado a la deuda soberana de España una calificación ‘A-‘ con perspectiva estable.
Por esta razón, Fitch ha destacado lo “incierto” del resultado de las elecciones generales que han sido convocadas por el Gobierno y que se van a celebrar el próximo 28 de abril, apuntando que “pueden no resultar en una coalición estable de Gobierno”.
La agencia considera que el consumo privado, uno de los principales motores de crecimiento de la economía de España, “debería seguir viéndose soportado por la mejora del empleo, aunque esta se producirá a menor ritmo que en el pasado, así como por la subida del salario mínimo”.
No obstante, Fitch ha advertido de la división de opiniones con respecto la subida del salario mínimo en España y ha agregado que en caso de que se registre un frenazo en la creación de empleo y en el incremento de la renta, los hogares contarían con un margen limitado para compensar su impacto en el consumo dado que su tasa de ahorro se encuentra en mínimos de una década.