El supervisor de los mercados financieros de Suiza (Finma) penalizará el capital de los bancos que negocien con criptomonedas.
Finma ha enviado una nota a Expert Suisse, la asociación de auditores, gestores y asesores fiscales del país, en la que indica que prevé otorgar un peso del 800% respecto a los activos ponderados por riesgo a las criptomonedas que se encuentren en manos de los bancos. Esto supone que cada bitcoin que un banco tenga en su balance, valorado en 6.278 dólares (5.605 euros), consumirá capital por al menos 40.520 euros.
Las criptomonedas se convirtieron en el activo financiero estrella en el 2017, anotándose revalorizaciones superiores al 1.400%. Sin embargo, en lo que va de año el sueño de oro de los inversores en monedas virtuales se ha visto afectado con pérdidas de hasta más de la mitad de su valor.
Las fluctuaciones de las criptomonedas han llevado a Finma a tomar esta decisión, porque si las entidades bancarias se hicieran con una importante proporción de estos activos, sus balances podrían dispararse o hundirse.
Los analistas han indicado que, para entender las implicaciones de las restricciones anunciadas por la autoridad suiza, basta saber que los supervisores europeos imponen una ponderación del 0% a la deuda pública de la eurozona, del 35% a la concesión de hipotecas por debajo del 80% del valor de tasación y del 75% en los créditos a pymes.
La penalización al capital que más se asemeja a la impuesta a la familia del bitcoin y el ethereum es la de los préstamos dudosos. Los supervisores obligan a acumular capital por entre un 1.000% y un 1.250% para los créditos improductivos, cuyo valor puede desaparecer completamente.
Finma ha dicho que los bancos que deseen tener criptomonedas deberán acumular unos niveles de capital parecidos a los que tienen para hacer frente a activos que pueden perder todo su valor de un día para otro.
Fernando Rojas, consultor de servicios financieros de AFI, ha señalado que «se trata de una restricción tremendamente estricta pensada para prácticamente acabar con la negociación de criptomonedas por parte de las entidades».