La agencia de calificación crediticia Fitch mantiene la máxima nota de solvencia (AAA) a Países Bajos, si bien con perspectiva ‘negativa’, en base al empeoramiento de la deuda pública y privada, y a la persistente recesión.
La calificadora de riesgos sostiene que la máxima nota de solvencia de Holanda se explica por la flexibilidad, diversidad y alto valor añadido de su economía, así como por su positiva posición exterior, el superávit por cuenta corriente y el amplio consenso público y político en favor de la disciplina fiscal.
Fitch considera que, atendiendo a la media de vencimientos y los bajos costes, los riesgos de financiación del país son muy bajos, mientras que el sector bancario ha sido hasta ahora resistente a la pronunciada caída de precios de la vivienda.
«El Banco Nacional Holandes (DNB) estima que alrededor del 25% de las hipotecas se encuentra en situación patrimonial negativa debido al descenso de precios de la vivienda, aunque esto no se haya visto acompañado de un deterioro en la calidad de los activos», explicó la agencia, que destacó las iniciativas del Gobierno holandés para reformar el mercado inmobiliario.
Asimismo, la agencia subrayó que el Ejecutivo holandés ha dado pasos sustanciales en el área de la reforma de las pensiones y ha fortalecido la sostenibilidad a largo plazo del sistema de pensiones al elevar la edad legal de jubilación desde los 65 años en 2012, hasta los 67 en 2021.
Por otra parte, Fitch ha justificado la perspectiva negativa para Holanda por el mal comportamiento de su deuda pública, que podría llegar al 80% del PIB en 2018, en un probable contexto de actividad económica más débil de lo esperado, con un descenso del PIB del 1,3% para 2013 y crecimiento nulo en 2014, lo que provocará un aumento del desempleo. Asimismo, la implicación de la banca holandesa en el sector inmobiliario provoca una negativa situación de caída de precios de la vivienda y pérdida de confianza.