De acuerdo con un estudio realizado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), el 27,2% de los afiliados a la Seguridad Social ha sufrido las consecuencias del coronavirus en el mercado laboral.
En concreto, este porcentaje se desprende de la suma de nuevos parados, los trabajadores afectados por un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), y los autónomos con prestación extraordinaria, que asciende a 5,25 millones de personas.
Sin embargo, el Ivie apunta que existen «grandes diferencias por comunidades autónomas». Así, mientras en Baleares y Canarias el porcentaje de afectados laboralmente por el coronavirus supera el 40% de los afiliados, en Murcia y Extremadura no alcanza el 22%.
Según el Ivie, la especialización sectorial de cada región es lo que explica buena parte de las diferencias en el impacto de la crisis sobre el mercado de trabajo, y que sectores como la hostelería o las actividades artísticas, recreativas o de entretenimiento han sufrido «caídas muy fuertes» en marzo y abril, mientras que las actividades sanitarias y los servicios esenciales han aumentado su empleo un 6,3%.
Por otro lado, ha puesto de relieve la importancia de los ERTE, puesto que la cantidad de trabajadores afectados «evidencia que las empresas están optando mayoritariamente por mantener los vínculos con sus trabajadores».
El Ivie cree que el esfuerzo en términos de recursos presupuestarios para sufragar los ERTE, así como las prestaciones a los autónomos, debería contribuir a facilitar una «más pronta y completa recuperación».
«El apoyo en el ámbito, tributario, financiero y laboral debería venir acompañado también del desarrollo de nuevas oportunidades laborales, con políticas activas de empleo para reforzar la empleabilidad de los parados», según recomiendan los expertos del Ivie.
El número de trabajadores dados de alta en la Seguridad Social en actividades turísticas sufrió en abril una caída interanual del 12,5 %, hasta 2,18 millones (312.933 menos), por la covid-19, rompiendo la tendencia de subida que mantenía para ese mes desde 2014, retornando a niveles similares a 2015 y 2016.
Tras marcar en enero y febrero las cifras más altas de la serie histórica en ambos meses, los datos de marzo ya recogieron los primeros efectos de la situación generada como consecuencia de la pandemia, con un descenso del 9,9 %, para acentuarse en abril.
El descenso del volumen de afiliados en actividades turísticas en abril fue muy superior al decrecimiento del 4,1 % que se dio tanto en el conjunto de la economía española (786.282 menos) como en el sector servicios.