Madrid no solicitará los fondos que el Ministerio de Hacienda habilita para prestar dinero a las comunidades autónomas. Este año, solo Madrid escapará del FLA y de la Facilidad Financiera, al entender que su imagen mejora cuando recurre a los mercados por su propio pie para lograr fondos.
Euskadi y Navarra, por su parte, tampoco se pueden acoger a los préstamos, al contar con un sistema de financiación ajeno al de las comunidades autónomas de Régimen Común.
Las entregas trimestrales que el gabinete de Cristóbal Montoro ha hecho públicas ponen de manifiesto que un total de 14 regiones van a beneficiarse de préstamos en 2018. No solo recibirán fondos las usuarias más habituales -Cataluña, Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Murcia o Andalucía-. También se beneficiarán otras como Canarias, Galicia, La Rioja o Castilla y León, mucho menos asiduas a estos fondos.
Solo en 2015, cuando todas las autonomías de Régimen Común se adhirieron a los mecanismos -Madrid, por ejemplo, lo pidió formalmente para acortar los plazos del pago a proveedores-, se produjo un uso más masivo de los compartimentos de liquidez.
«El ministro Montoro ya dijo en el Congreso que, al hilo de la reforma de la financiación autonómica, se replanteará el actual sistema y se optará por un fondo de garantía que atienda casos mucho más puntuales. Pero eso es compatible con que los mecanismos, a día de hoy, sigan plenamente vigentes», aseveran a este periódico fuentes cercanas al titular de Hacienda.
Cabe recordar que el éxito de estos compartimentos reside en el hecho de que ahorran mucho dinero a las beneficiarias, ya que estas regiones tendrían que abonar intereses más altos si acudieran a los mercados por su cuenta y riesgo. Un informe reciente de Fedea sitúa el ahorro en 15.000 millones, que el Ministerio de Hacienda eleva a más de 48.000 millones si se tiene en cuenta toda la vida de los préstamos.
Los 17.579 millones que se habrán prestado a finales de junio de este año harán que los mecanismos de liquidez de Hacienda hayan desembolsado ya más de 200.000 millones desde que se habilitaron, en el año 2012. Ya en aquel ejercicio, cuando el grifo de la financiación permanecía casi cerrado del todo para las autonomías, el FLA tuvo que prestar más de 34.000 millones. Desde entonces, las partidas anuales han ido oscilando desde los 27.000 millones necesarios en 2013 y 2016 a los 37.800 millones de 2015.