El fin de la moderación por parte del Banco Central Europeo (BCE) podría impulsar el euro.
Dustin Reid, estratega jefe de renta fija de Mackenzie Investments, prevé que el euro subirá a US$1,20 a finales de este año, en la medida en que funcionarios del BCE cambien su tono en relación a la perspectiva del banco central.
Esta cifra se compara con la estimación de Bloomberg de US$1,16 para el cuarto trimestre de este año.
En 2021, el euro cayó un 7% frente al dólar, cuando la moneda estadounidense repuntó en previsión al aumento de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal.
Durante la conferencia TradeTech FX U.S., celebrada en Miami, Reid ha señalado que “se está empezando a ver que el barco gira un poco. Parte del lenguaje que obtuvimos de Lagarde durante la conferencia de prensa en la reunión de febrero lo habría esperado en la reunión de marzo, y definitivamente dejó la puerta abierta en términos de ser un poco más bidireccional en la perspectiva”.
La semana pasada, los operadores que esperaban un giro por parte del BCE tuvieron un atisbo de esperanza después de la publicación de un informe en el que se indicaba que los funcionarios del banco probablemente tendrían que subir las tasas de interés a finales de este año. Esto ayudó al euro a salir de un mínimo intradía.
En este sentido, los mercados monetarios prevén un endurecimiento de las tasas de interés de 44 puntos básicos a finales de este año, respecto a los 42 puntos básicos del jueves.
A pesar de que el euro ha subido casi un 1% frente al dólar en lo que va de febrero, la mayor parte de esas ganancias se produjeron en el período previo a la reunión del BCE y, desde entonces, las dos monedas han tendido a la baja. Una medida de la demanda de opciones de venta y compra a un año se ha vuelto menos bajista para el euro en el último mes, incluso cuando el sentimiento a corto plazo se ve afectado por las tensiones geopolíticas en el continente.
Reid ha comentado que “el mercado va a ser muy agresivo en cuanto a las alzas para el cuarto trimestre de este año, y definitivamente para la primera mitad de 23. Así que, con razón o sin ella, creo que se está estableciendo un tono relativamente constructivo para el euro-dólar”.