China no tiene previsto cambiar su prudente política monetaria, y no “inundará” la economía con estímulos, de acuerdo con unas declaraciones ofrecidas por el primer ministro Li Keqiang.
La especulación del mercado está aumentando respecto a si las autoridades van a tomar o no medidas políticas más agresivas después de la publicación de unos datos débiles.
Durante una reunión de gabinete, Li Keqiang ha reiterado que “la política monetaria prudente no ha cambiado y no cambiará. Estamos decididos a no participar en una ‘inundación’ de estímulos”.
El primer ministro ha agregado que un recorte en el índice de enero de requisitos de reserva de los bancos reflejó un amplio margen para tales reducciones.
Durante el mes de enero, China logró reducir ese índice en 100 puntos básicos, su quinto recorte en el último año, porque está tratando de disminuir el riesgo de una desaceleración más aguda en la segunda mayor economía del mundo.
Los analistas y expertos del mercado esperan unas reducciones adicionales.
Las entidades bancarias de China entregaron un récord de 3,23 billones de yuanes (422.644 millones de dólares) en nuevos préstamos en el mes de enero, mientras que otros indicadores crediticios clave se recuperaron modestamente a principios de año en respuesta a los recientes pasos de flexibilización de política.
Li Keqiang ha comentado que el aumento de la financiación de las facturas y de los préstamos a corto plazo podrían llevar a actividades de “arbitraje” y a crear riesgos potenciales.
A su juicio, las instituciones financieras del gigante asiático deberían ofrecer más créditos, en concreto préstamos a medio y largo plazo a pequeñas empresas.
Para finalizar, Li Keqiang ha agregado que el Gobierno de Pekín necesita profundizar la reforma para poder resolver posibles problemas a largo plazo en la economía.