China ha anunciado una serie de reformas sustanciales en los tipos de interés, lo que ha alimentado las expectativas de una posible reducción del coste de los préstamos a las empresas, en una economía inmersa en dificultades, lo que ha impulsado a los mercados de renta variable.
El Banco Popular de China publicó el fin de semana las reformas que se pondrán en marcha para ayudar a reducir el coste de los préstamos y apoyar a los negocios afectados por la debilidad de la demanda interna y la guerra comercial con Estados Unidos.
Aunque el proceso de revisión de los tipos de interés ha estado en curso desde hace algún tiempo, el anuncio se ha presentado pocos días después de que los datos mostraran que la economía de China había caído más de lo esperado durante el mes de julio. Esto ha despertado dudas sobre la necesidad de estímulos más enérgicos y contundentes.
Los expertos prevén que el nuevo tipo de interés de referencia de los préstamos será menor que el actual del 4,31%, aunque están divididos sobre cuánto se reducirán los costes de financiación y la rapidez con la que se producirá esta reducción.
Aunque en el último año el Gobierno de China ha estado inyectando grandes volúmenes de liquidez al sistema financiero con el fin de apuntalar el crecimiento y ha orientado a la baja los tipos a corto plazo, la demanda de los préstamos y las nuevas inversiones han sido moderadas en una coyuntura de debilitamiento de la confianza de las empresas y preocupación de las entidades bancarias por un aumento de la morosidad.
De acuerdo al nuevo mecanismo que se pondrá en marcha, el interés de los créditos bancarios estará vinculado al tipo preferente de los préstamos, determinado por el tipo de interés de la facilidad de crédito a medio plazo del Banco Popular de China, lo cual debería servir de herramienta de transmisión relativamente fluida de la política monetaria.