Bundesbank ha advertido de que Alemania puede entrar en recesión en el tercer trimestre del presente año, debido a la caída de la producción industrial.
El banco central de Alemania ha indicado en su informe mensual que la economía podría contraerse de nuevo este verano. El producto interior bruto del país ya se contrajo un 0,1% entre abril y junio.
La producción industrial se va a contraer en el tercer trimestre del año porque las empresas alemanas se adjudicaron menos pedidos en primavera que en el primer trimestre, que ya había sido débil.
El debilitamiento se concentra en la industria y en las exportaciones porque ha caído la demanda exterior, como consecuencia de los conflictos internacionales y el Brexit.
Las exportaciones al Reino Unido han sido débiles durante la primavera porque se estableció a finales de marzo la fecha límite del acuerdo del Brexit y muchas empresas habían adelantado las compras a los meses de invierno.
Sin embargo, el boletín de agosto advierte de que la caída ha afectado a otros sectores porque en la construcción ha caído el volumen de negocios y el comercio mayorista se ha visto afectado por la tendencia bajista de la industria.
El Bundesbank ha dicho que el comercio minorista y algunos sectores de servicios han proporcionado impulsos positivos y las expectativas de producción y de exportaciones a corto plazo se han enturbiado de nuevo, pero los sectores orientados a la economía nacional han evitado hasta ahora este debilitamiento y apoyan la coyuntura alemana.
Por otro lado, se mantiene el auge del sector de la construcción, aunque las empresas en algunos sectores de servicios son menos optimistas de cara al futuro. Las perspectivas de ingresos de los hogares son favorables, pero se notan las primeras muestras del debilitamiento coyuntural en el mercado laboral, cuya evolución va a depender de cómo marche la coyuntura.
Olaf Scholz, el ministro de Finanzas de Alemania, ha asegurado que su país cuenta con un «músculo fiscal» para hacer frente a cualquier crisis y ha sugerido que el Gobierno debe inyectar 50.000 millones de euros de gasto adicional para reactivar la economía.