La Asamblea General de la ONU aprobó una resolución impulsada por España en la que anima a promover la llamada “economía social y solidaria”, un concepto que abarca a cooperativas, fundaciones y otras empresas que persiguen el interés general y objetivos sociales.
El texto, el primero sobre esta cuestión que aborda la Asamblea General, contó con el copatrocinio de más de cuarenta países y fue adoptado por aclamación.
“La economía social es nuestro ahora y nuestro mañana, pues plantea un modelo económico integrador y con objetivos sociales, basado en la solidaridad interna y con las personas en el centro”, señaló Yolanda Díaz, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social de España.
Díaz, que viajó a Nueva York para presentar ante la Asamblea General de las Naciones Unidas esta resolución, aseguró que las experiencias españolas con la economía social “han demostrado que es posible superar un sistema económico despiadado, sin alma, que se funda en los recortes, el olvido de las personas más vulnerables y que está anclado en la desigualdad”.
En ese sentido, recordó que en España la economía social representa el 10 % del Producto Interior Bruto, con un “tejido empresarial sólido”, que se adapta a los cambios y que permite a los trabajadores participar en las decisiones empresariales y acceder a la propiedad de los medios productivos.