Brasil y Estados Unidos se han comprometido esta semana a trabajar conjuntamente para que la economía mundial se recupere de la crisis. Así lo han explicado los responsables de la cartera de Hacienda de ambos países, en una rueda de prensa en Sao Paulo.
El secretario de Estado del Tesoro de Estados Unidos, Jack Lew, destacó la importancia de generar empleo y conseguir estabilidad en el sistema financiero global. Asimismo, admitió que aún existen muchos desafíos a los que se deben enfrentar estas grandes economías.
Jack Lew declaró, junto al ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega, que ambas partes analizaron cómo potenciar las inversiones, y afirmó que la relación entre Brasil y Estados Unidos crece, porque está construida en valores comunes y el mercado entre ambas naciones es cada vez más grande.
Lew destacó la necesidad de darle continuidad a la reforma del Fondo Monetario Internacional (FMI) para que el organismo «siga dando soporte de una forma cada vez más correcta». En este sentido, el secretario hizo referencia a la situación de Ucrania y a su posibilidad, como miembro del FMI, de acogerse a un paquete de ayudas económicas.
Asimismo, explicó que la orden ejecutiva del presidente Barack Obama sobre los actos provocadores del mandatario ruso Vladimir Putin, ante el referéndum de Crimea, es muy seria y le dio la autoridad para imponer medidas cautelares sobre los que operen en el sector de la federación rusa, así como los que les den apoyo.
Además, el secretario estadounidense aseguró que el Gobierno de su país está «determinado a llevar a cabo sanciones políticas y económicas».
Por su lado, al ministro de Hacienda de Brasil apuntó a que el Ejecutivo brasileño ha observado «mejoras en la economía mundial, sobre todo en Estados Unidos», que a su juicio está «más avanzado que la Unión Europea» en el camino de la recuperación.
«Esa recuperación es incipiente, más lenta de lo que nos gustaría porque aún no es suficiente para estimular la recuperación de los países emergentes», expresó Mantega quien destacó que «aún se está en un proceso de transición y entrando en una nueva fase donde ocurren ajustes que ya han sido asimilados por el mercado».
Sin embargo, Mantega admitió tener «alguna preocupación con los movimientos de China y otros países emergentes», por lo que consideró que Brasil y Estados Unidos tienen que «trabajar aún más juntos para enfrentar importantes desafíos».