El Banco Central de Brasil ha informado esta semana que la actividad económica del país sudamericano ha aumentado un 4,5% en 2021, mostrando un repunte respecto a la contracción récord registrada un año antes.
En 2020, la mayor economía de América Latina se vio fuertemente afectada por la crisis derivada de la pandemia de coronavirus.
El índice de actividad económica IBC-Br, un indicador adelantado del Producto Interno Bruto, ha reportado un crecimiento del 0,33% desestacionalizado en diciembre con respecto a noviembre, y un 1,3% con respecto al mismo mes de 2020.
La estimación oficial del Gobierno de Brasil es de un crecimiento del PIB del 5,1% en 2021, mientras que el Banco Central había estimado en diciembre que la expansión se ubicaría en torno al 4,4%.
Los datos oficiales se darán a conocer el próximo 4 de marzo.
En 2020, el PIB de Brasil se contrajo un 3,9%, el peor resultado de su historia.
El índice IBC-Br ha aumentado un 0,01% en el cuarto trimestre respecto al trimestre anterior, lo que supone una pérdida de impulso de la economía para el inicio de este año.
Las previsiones para este año siguen siendo turbias ante el incremento de los costos de los préstamos en el marco de un agresivo endurecimiento monetario que busca hacer frente a la inflación de dos dígitos en el país, y que está afectando la confianza de los consumidores y las empresas.
No obstante, Paulo Guedes, el ministro de Economía de Brasil, ha dicho en varias ocasiones que los analistas no cumplirán sus previsiones, porque el crecimiento se ha visto favorecido gracias al aumento en el volumen de inversiones privadas y la recuperación del mercado laboral, mientras que una amplia campaña de vacunación contra el COVID-19 ha permitido la reapertura de la economía.
Los mercados estiman un crecimiento del PIB de Brasil del 0,3% este año, de acuerdo a una encuesta semanal publicada por el Banco Central, dato que contrasta con la última previsión del Ministerio de Economía de una expansión del 2,1% en 2022.