La directora general de Moody‘s, Celina Vansetti-Hutchins, indicó que los fundamentos financieros de los bancos en América Latina demostrarán durante el 2014 que son resistentes al deterioro esperado para las condiciones crediticias de este año.
Para Vansetti-Hutchins la sólida rentabilidad y los niveles de capitalización van a asegurar la estabilidad de las calificaciones de los bancos de la región durante este nuevo año.
En su estudio Moody’s señala que la perspectiva de los sistemas bancarios de América Latina es estable a pesar del deterioro previsto para las condiciones crediticias durante el 2014. Incluso ante un escenario adverso, Moody’s estima que los bancos de América Latina serán capaces de absorber pérdidas y de cumplir con los requerimientos de capital regulatorio.
Sin embargo, la agencia de calificación espera un deterioro cíclico de las condiciones crediticias a lo largo de la región latinoamericana durante el 2014, impulsado por un crecimiento económico inferior a la tendencia, subida de las tasas de interés reales y un aumento de las presiones sobre la calidad de los activos.
«La economía de Brasil apenas se ha recuperado ligeramente desde su fuerte deterioro en 2012, mientras que en México una demanda externa inferior a la esperada ha afectado a las exportaciones, y una vez más puso en evidencia la vulnerabilidad de México a las condiciones económicas de los Estados Unidos. En el resto de la región, prevemos que el crecimiento económico se mantendrá en general estable y cercano a la tendencia de crecimiento de 2014″, señala Moody’s.
El estudio concluye estableciendo que para este 2014, los bancos de América Latina afrontarán el desafío de atenuar el impacto sobre la rentabilidad del aumento de los costos de financiación y de una desaceleración de la demanda. Además, la calidad de los activos de los bancos es vulnerable al aumento de las tasas de interés reales.
Con respecto a los niveles de endeudamiento, estos se ubican en máximos históricos para la región, según Moody’s. Un escaso crecimiento económico junto con el aumento de las tasas de interés son factores que probablemente provoquen un incremento de la morosidad de los préstamos. Para esto los bancos latinoamericanos deberán lograr una mayor eficiencia para mantener retornos relativamente altos, en comparación con sus pares globales.