El Ministerio de Industria ha informado que planea usar los recursos del Plan Juncker para crear un instrumento que ofrezca financiación no bancaria a las empresas de entre 1 y 3 millones de euros de facturación, por valor de entre 2.000 y 2.500 millones de euros.
La idea del Ministerio de Industria, Energía y Turismo es reemplazar las carencias crediticias de las compañías que no tienen un acceso franco a los fondos y los avales de compañías públicas y, por otro, no son lo suficientemente grandes como para acceder con normalidad a los préstamos bancarios, en una etapa de clara restricción de la financiación de las pymes, según fuentes del departamento que capitanea José Manuel Soria.
El organismo pretende obtener la máxima cantidad posible del Plan Juncker, un programa de estímulo a la economía europea que movilizará inversiones por valor de 300.000 euros, para ofrecer una solución extrabancaria a las industrias medianas: «Sería un instrumento de financiación no bancaria para cubrir [las necesidades de financiación de] pymes con una facturación de entre 1 y 3 millones de euros», aseguró el director general de Industria y de la Pyme, Víctor Audera.
Por su parte, el Gobierno ha anunciado que quiere «fortalecer a Cersa y Enisa», dos empresas dependientes del Ministerio de Industria que facilitan la financiación y conceden avales a las industrias y a los emprendedores.
Cersa (Compañía Española de Reafinanzamiento) se dedica a «facilitar a las pymes y autónomos en España la obtención de todo tipo de financiación, con especial incidencia en las empresas de reciente creación y menor tamaño».
Enisa (Empresa Nacional de Innovación) participa activamente en la financiación de proyectos empresariales innovadores y en la dinamización del mercado de capital riesgo. La intención del Ejecutivo es dotarlas de más músculo económico.