El índice de precios al consumo (IPC) del Reino Unido se situó en el 0,7% en octubre, frente al 0,5% en septiembre, según los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS, en inglés).
La subida de la inflación respondió al incremento de los precios de la ropa y los alimentos, así como de los automóviles de segunda mano y los juegos electrónicos.
Estos incrementos se vieron en parte compensados por el descenso en el costo de la energía y de los paquetes turísticos, indicó el subdirector de estadísticas de la ONS, Jonathan Athow.
Estos datos se publican después de que la ONS indicase recientemente de que el Reino Unido salió de su recesión técnica al crecer el producto interior bruto (PIB) el 15,5% en el tercer trimestre del año, si bien la mejora está lejos de que la economía alcance los niveles previos a la pandemia de la covid-19.
Además, según informó la ONS hace unos días, la tasa de desempleo en el Reino Unido se situó en el 4,8% entre julio y septiembre de este año, 0,7 puntos porcentuales más que en el trimestre anterior.
Para ayudar a la economía, el Banco de Inglaterra mantuvo este mes sin cambios los tipos de interés, en el 0,1%, pero amplió en 150.000 millones de libras (165.420 millones de euros/195.781 millones de dólares) su programa de alivio cuantitativo, de compra de deuda pública y privada.
El entidad optó por incrementar ese programa hasta situarlo en 875.000 millones de libras (964.950 millones de euros).
El pasado fin de semana, el negociador británico David Frost precisó que el Reino Unido no cambiará de posición en su búsqueda de un acuerdo posbrexit con la Unión Europea.
«Estamos trabajando para alcanzar un acuerdo, pero el único posible es uno que sea compatible con nuestra soberanía y que nos devuelva el control de nuestras leyes, nuestro comercio y nuestras aguas. Esa ha sido nuestra posición consistente desde el principio y no la cambiaré», tuiteó luego de su llegada a Bruselas, donde prosiguen las conversaciones.
Esta última ronda de negociaciones, que previsiblemente durará varios días, podría ser la última oportunidad para que ambas partes lleguen a un acuerdo antes de que termine el plazo a final de año, cuando el periodo de transición posbrexit llegue a su fin.
«Quizá no lo logremos», advirtió Frost, y todavía quedan «elementos clave» por resolver, aunque también afirmó que se produjeron avances.
Las negociaciones entre Reino Unido y la UE siguen tropezando en tres escollos, principalmente: el alineamiento de las normas y reglas de juego en materia de competencia, la solución de diferendos y la pesca en aguas británicas.