El Bundesbank ha señalado que el crecimiento de Alemania seguirá débil en el cuarto trimestre del año, pero ha asegurado que no existe ninguna razón para temer una recesión, pues hay señales de que las perspectivas de su sector industrial podrían estar estabilizándose.
En el trimestre pasado Alemania escapó de la recesión, con una expansión mejor de lo esperado del 0,1%, pero es probable que la cifra haya indicado una estabilización y no un rebote, ya que los sectores centrados en la exportación siguieron sufriendo.
En su informe económico mensual, el banco central de Alemania ha dicho que “la desaceleración de la economía alemana continuará probablemente en el cuarto trimestre de 2019. No obstante, no es probable que se intensifique demasiado. Tal y como están las cosas, la producción económica general podría estancarse más o menos”.
Una guerra comercial, la desaceleración de China y un cambio en los hábitos del consumo han generado fuertes presiones sobre la industria alemana a la recesión, pero la economía local ha seguido inesperadamente resiliente.
Los analistas han explicado que esto se debe a que las firmas están reteniendo personal, incluso a pesar de los tiempos difíciles que se viven, por temor a que luego tengan problemas para encontrar trabajadores cualificados una vez que pase la desaceleración.
El Bundesbank ha agregado que “desde el punto de observación actual, no hay razón para temer que Alemania vaya a caer en recesión”.
El banco central también ha apuntado que existen algunas señales provisionales de estabilización en la demanda industrial y ha dicho que la economía doméstica va a seguir aportando impulso.
Para finalizar, el Bundesbank ha señalado que “como es probable que el mercado laboral siga bastante robusto y se espera que los salarios suban de forma considerable, las perspectivas de ingresos de los hogares deberían seguir siendo favorables”.