La inflación en Reino Unido ha registrado en septiembre su mayor alza en más de dos años.
De acuerdo a los datos que ha publicado la Oficina Nacional de Estadísticas, la inflación al consumo anual se ha elevado 1% frente al 0,6% del mes de agosto, su mayor nivel desde noviembre de 2014 y la mayor subida en un único mes desde junio de 2014.
Los economistas consideran que el alza es el inicio de una subida mucho más amplia, impulsada por la caída del 20% en la libra desde la aprobación del Brexit.
Thomas Laskey, gestor de inversiones en renta fija de Aberdeen Asset Management, ha señalado que “el factor preocupante es que el dato de hoy representa sólo una pequeña parte de la fuerte caída de la libra, y no el efecto de la segunda gran caída producida este mes”.
La libra se ha elevado frente al dólar y los precios de los bonos británicos han bajado, lo que relajará las expectativas de una rebaja de tipos de interés del Banco de Inglaterra este año.
Mark Carney, gobernador del banco central de Inglaterra, ha indicado que toleraría pasarse “un poco” de largo frente a su objetivo de inflación, con el propósito de ayudar a que se establezca el crecimiento económico y el empleo.
La mayor parte del alza en la inflación en septiembre fue consecuencia de la mayor subida mensual en los precios de la ropa desde 2010 y un aumento en el coste del combustible.
El banco central prevé que la inflación se eleve hasta alcanzar su objetivo del 2% en un año y luego se pasaría del objetivo en los dos años siguientes, debido a la depreciación de la libra después de la aprobación del Brexit, que ha impulsado los precios de las importaciones en el país.