La gestora Pimco prevé que el PIB la eurozona crezca entre el 0,75% y el 1,25% en 2019, con algunos países en recesión, una ralentización influida por la «importante presión a la baja sobre la economía del débil comercio mundial».
En este sentido, las previsiones de Pimco son más pesimistas que las de la propia Comisión Europea, que pronosticó una evolución del 1,2% en 2019 para la zona euro, el pasado mes de julio. En el segundo trimestre, la economía de la moneda única creció un leve 0,2%, la mitad que en el primero, según confirmó Eurostat. Alemania, por su parte, se contrajo un 0,1%.
«Una mejora en las condiciones del comercio mundial contribuiría a una reaceleración gradual», asevera el informe mensual de agosto de la gestora de Allianz sobre la situación del mercado.
No obstante, Pimco considera que la estabilidad del yuan está «bien anclada» con una Reserva Federal «paciente», que entiende que esto debe ser un componente del acuerdo comercial entre China y EEUU.
El Banco Central Europeo (BCE) prepara un gran paquete de estímulos contra la debilidad de la eurozona, según ha anunciado recientemente su presidente, Mario Draghi. Trata de frenar un escenario económico «cada vez peor».
En cuanto a Reino Unido, la gestora ha pronosticado un crecimiento real en el rango del 1% al 1,5% en 2019, por debajo de la tendencia, toda vez que considera el Brexit sin acuerdo «un evento de baja probabilidad».
“Ya no es absurdo pensar que el rendimiento nominal de los bonos del Tesoro de EEUU pueda ser negativo”, así es la opinión de los expertos de Pimco, uno de los mayores inversores mundiales en el mercado de deuda pública.
Joaquim Fels, asesor económico de Pimco, destaca que el rendimiento de los bonos alemanes a 30 años ha caído en territorio negativo por primera vez en la historia. Y que unos 14 billones de dólares en bonos en circulación, el 25% del total, se negocian con rendimientos negativos.
Lo que durante mucho tiempo se consideró una aberración a corto plazo (que los acreedores paguen a los deudores por tomar su dinero) ya se ha convertido en la nueva normalidad en los mercados desarrollados fuera de EEUU. “Cuando la economía mundial entre en hibernación, los bonos del Tesoro americanos, activo refugio además del oro, probablemente no serán una excepción. Y si la guerra comercial sigue escalando, podemos llegar más rápido de lo que pensamos a la rentabilidad negativa”, asegura Fels.