El Instituto de Investigación Económica de Munich (Ifo) ha confirmado su previsión de crecimiento para Alemania del 0,6% en 2019, pero ha recortado una décima la de 2020, hasta el 1,7%, debido a que la recesión del sector manufacturero orientado a las exportaciones ha mostrado síntomas de contagio al resto de la economía doméstica a través de la situación del mercado laboral.
Timo Wollmershaeuser, director de previsiones económicas del Ifo, ha dicho que «el sector manufacturero orientado a la exportación, que genera aproximadamente una cuarta parte del valor agregado, está en recesión. Al mismo tiempo, los proveedores de servicios de orientación nacional y la industria de la construcción están registrando un crecimiento sólido y, a veces, un fuerte crecimiento».
El Ifo prevé que el gasto privado de los consumidores va a impulsar la economía con un crecimiento del 1,4% este año y del 1,3% en 2020, mientras que las inversiones crecerán un 3% y un 2,8%, respectivamente, gracias al gasto en construcción, que crecerá un 4% este año y un 3% el siguiente.
En relación a las exportaciones, el Ifo ha dicho que se elevarán un 1,3% en 2019 debido al enfriamiento de la economía global.
Por otro lado, el número de desempleados descenderá hasta los 2,25 millones este año y a 2,19 millones el siguiente, aunque el crecimiento de la ocupación está perdiendo fuerza.
La tasa de inflación se ubicará al cierre de 2019 en 1,5% y subirá al 1,8% el próximo ejercicio, mientras que el superávit presupuestario registrará una caída desde los 48.700 millones en 2019 a 31.700 millones en 2020.
Wollmershaeuser ha explicado que «hay crecientes signos de que la debilidad industrial se está expandiendo gradualmente a la economía doméstica a través del mercado laboral y las cadenas de valor» y ha advertido que «la economía alemana entrará el próximo año sin ningún impulso».
El economista considera que, al ajustar el número de días laborales del próximo ejercicio, el pronóstico de crecimiento ajustado para Alemania en el año 2020 sería del 1,3%.