China ha anunciado que eliminará las restricciones a bancos, casas de valores y gestoras de fondos de procedencia extranjera.
Esta decisión ha sido comunicada en una reunión del gabinete que ha sido presidida por el primer ministro Li Keqiang.
No obstante, la medida, que se ha logrado 18 años después de que China se uniera a la Organización Mundial del Comercio (OMC), podría tener un impacto limitado en el panorama competitivo de un sector que está dominado por las empresas estatales.
China ha intensificado sus esfuerzos para abrir su sector financiero en el marco de la enconada guerra comercial con Estados Unidos, que demanda entre otras cuestiones un mayor acceso a su sector financiero.
Hace una semana, el Gobierno de China anunció un calendario para la apertura total de sus sectores de futuros, intermediación financiera y fondos de inversión a los inversores extranjeros el próximo año, mientras los representantes de Pekín y Washington llegaban a un acuerdo provisional para resolver su disputa comercial.
El gabinete no ha explicado el efecto que podría tener la eliminación de las limitaciones.
A comienzos de esta semana, el gabinete relajó las reglas de gestión para las aseguradoras y bancos extranjeros, dándoles un acceso más sencillo a China, y un mayor margen de actuación.
China también va a brindar apoyo a los gobiernos locales con el objetivo de atraer más inversión extranjera y permitir que las empresas extranjeras sean más flexibles al momento de elegir la forma de obtener préstamos del extranjero.
Desde el gabinete han indicado que el Gobierno no va a permitir la transferencia forzada de tecnología por parte de empresas extranjeras.
La estabilización de la inversión extranjera forma parte de las políticas de Pekín para contrarrestar la desaceleración de la economía, que se ha visto afectada de forma negativa por la guerra comercial que mantiene con Estados Unidos.