El magnate Carlos Slim tiene previsto invertir unos 5.200 millones de dólares (4.688 millones de euros) en México si sus compañías logran contratos para construir proyectos de infraestructura clave.
“El Ingeniero”, como se conoce al empresario, ha admitido en una conferencia de prensa que está “100% de acuerdo” con los objetivos del mandatario, que comenzó su sexenio en el mes de diciembre y ha dicho que construirá una nueva refinería y el denominado “Tren Maya” en el sur del país, entre otros.
El “Tren Maya” es uno de los proyectos de infraestructura más ambiciosos del gobierno de López Obrador, con el que busca detonar el desarrollo del sureste mexicano y comunicar con un tren moderno, turístico y cultural los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatán.
Aunque Carlos Slim no cree que la economía de México vaya a crecer este año debido a las caídas en el consumo y la inversión tanto pública como privada, ha calificado como “una buena noticia” que la inflación general pueda cerrar por debajo del 3% anual este año y considera que existe una seguridad jurídica para invertir en la segunda mayor economía de América Latina.
En el segundo trimestre del año, la actividad económica en México se estancó después de contraerse en el primero, confirmando la desaceleración en el país.
Hace unos días, la agencia calificadora Moody’s ha recortado a un 0,2% su proyección de crecimiento de México para este año.
El multimillonario ha señalado que lo que “debe preocupar” es la inversión, que ha venido desacelerándose, y no el Producto Interno Bruto, aunque ha apuntado que el crecimiento es fundamental para el desarrollo y la generación de empleo.
Actualmente, la familia Slim tiene el control sobre la gigante de las telecomunicaciones América Móvil, el conglomerado industrial y minorista Grupo Carso, el grupo financiero Inbursa y la minera Frisco.