Las ventas minoristas de Reino Unido han mejorado en el pasado mes de julio gracias a un clima cálido y a la celebración del Mundial de fútbol, que impulsaron las ventas de alimentos, mientras que las tiendas ofrecieron descuentos, apuntando a un sólido arranque del tercer trimestre.
Los volúmenes de las ventas minoristas de Reino Unido se elevaron un 0,7 por ciento en comparación al mes de junio, y fueron un 3,5 por ciento más altos que hace un año, ubicándose por encima de los pronósticos medios de los economistas, que esperaban un aumento mensual del 0,2 por ciento y anual del 3,0 por ciento.
El dato se compara con un crecimiento de las ventas hace un año de sólo un 1,1 por ciento, aunque esta se encuentra por debajo de las tasas observadas en los años 2015 y 2016.
La libra, que ha caído de forma vertiginosa en las últimas semanas por el creciente temor a que el Reino Unido abandone la Unión Europea en marzo del próximo año sin que se establezca ningún acuerdo de transición, se ha recuperado un poco frente al dólar estadounidense después de conocerse el dato.
Andrew Wishart, especialista de Capital Economics, ha señalado que “las ventas minoristas registraron un fuerte aumento en julio, lo que sugiere que se está preparando cierta recuperación en el gasto del consumidor”.
En el segundo trimestre del año, un dato que suaviza la volatilidad mensual, las ventas minoristas del Reino Unido crecieron en torno al 2,1 por ciento en comparación a los tres meses anteriores, la mayor expansión desde el mes de febrero de 2015.
Si se excluyen las compras de combustible, que se vieron afectadas por los altos precios del petróleo, el crecimiento de las ventas durante los tres meses fue el más rápido que se ha registrado desde marzo del año 2004.