Haruhiko Kuroda, el gobernador del Banco de Japón, confía en que el organismo podrá dejar atrás sus estímulos monetarios, aunque considera que es muy pronto para debatir los detalles de la estrategia porque la inflación está lejos de alcanzar su objetivo.
Kuroda ha asegurado esta semana que cuando llegue el momento el Banco de Japón podría seguir el ejemplo de otros grandes bancos centrales y dejar atrás sus estímulos monetarios.
El gobernador del Banco de Japón ha dicho ante el Parlamento, cuando fue consultado por un legislador sobre la estrategia del organismo a futuro, que “al combinar varias herramientas, es posible reducir la hoja de balance del Banco de Japón a un ritmo apropiado y mantener estables a los mercados”.
Estas declaraciones de Kuroda se han presentado después de que se publicaran las minutas de la más reciente reunión del Banco de Japón, donde las autoridades pidieron estar más atentos a los potenciales obstáculos para el fin de los estímulos monetarios y han dado señales sobre la posibilidad de empezar a subir las tasas de interés en el futuro.
Los especialistas aseguran que uno de los desafíos más complejos que deberá hacer frente Kuroda en su segundo mandato como gobernador del Banco de Japón será preparar a los inversores para el fin de la política establecida en tiempos de crisis sin atemorizar a los mercados financieros.
En su última reunión, el Banco de Japón mantuvo sin cambios su política monetaria y la mayoría de los miembros de su consejo compartieron la percepción de que el organismo debe buscar un alivio poderoso en forma “persistente”.
No obstante, algunas autoridades han dicho que el banco central debe estar consciente de los posibles efectos secundarios de sus políticas, tales como el perjuicio provocado a las ganancias de los bancos después de varios años de tasas de interés cercanas a cero.