La Junta de Gobierno del Banco de México ha decidido incrementar en 50 puntos básicos los tipos de interés en el país norteamericano, hasta un nivel del 5,5%, según ha informado en un comunicado tras la última reunión de política monetaria.
El organismo ha explicado que la decisión obedece a la magnitud y diversidad de los choques que han afectado a la inflación. Con esta acción, el banco central busca una postura de política monetaria ajustada a la trayectoria que se requiere para que la inflación converja a su meta del 3% dentro del horizonte de pronóstico.
Con respecto a las siguientes decisiones de política monetaria, Banxico vigilará «estrictamente» el comportamiento de las presiones inflacionistas, así como el de todos los factores que inciden en la trayectoria prevista para la inflación y en sus expectativas.
La última decisión monetaria del año en México se enmarca en las presiones inflacionistas globales, las cuales continúan afectando al incremento de precios general y subyacente mexicano, que en noviembre registró un incremento del 7,37% y del 5,67%, respectivamente.
De su lado, las expectativas de inflación general y subyacente para 2021, 2022 y los próximos 12 meses han vuelto a incrementarse, así como las de medio plazo, mientras que las de largo plazo se han mantenido estables en niveles superiores a la meta objetivo.
Recientemente, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) anunció que el rebote económico de México tras la pandemia se está desinflando. El PIB del país cayó un 0,4% en el tercer trimestre respecto a los tres meses previos.
Después de cuatro trimestres seguidos con datos positivos de crecimiento, la economía se contrae por primera vez desde el inicio de la reapertura. La cifra es una señal, otra más, de que la recuperación en el país latinoamericano se ha estancado.
La caída es mayor a la estimada inicialmente por el Inegi, un 0,2%, y se explica, sobre todo, por el mal desempeño del sector terciario, el mayor de la economía, que se contrajo un 0,9% respecto al segundo trimestre.
El sector primario, que incluye las actividades agropecuarias, creció un 1,3% y el industrial avanzó un 0,3%. Las actividades que presentaron mayores contracciones fueron los servicios de apoyo a los negocios, con una reducción del 48% trimestral, la generación y distribución eléctrica, con una del 1,6%, y los servicios financieros, con una disminución del 1,4%.
Si comparamos el tercer trimestre de este año con el mismo periodo del 2020, la economía sí muestra un crecimiento del 4,7%. Bajo esta óptica, la industria avanzó un 5%; el sector servicios, un 4,4%; y las actividades primarias, un 0,3%.