El Banco Central de China ha indicado en un informe que el crecimiento económico del gigante asiático podría sufrir una desaceleración en 2015 hasta el 7,1% desde el 7,4% del presente año, ante la debilidad del sector inmobiliario.
El análisis publicado en la página web del Banco Central de China señala que la creciente demanda mundial de productos podría dar un fuerte estímulo a las exportaciones. Sin embargo, no cuenta con la suficiente fuerza como para contrarrestar el impacto de la débil inversión inmobiliaria.
Se tiene previsto que las exportaciones chinas crezcan un 6,9% en 2015, desde el 6,1% alcanzado este año. Por otra parte, se estima que las importaciones se incrementarán un 5,1% en 2015, cifra muy superior al 1,9% de 2014.
El informe también alerta de que la esperada medida de la Reserva Federal de Estados Unidos de incrementar los tipos de interés para el próximo año, impactará en las economías de los mercados emergentes.
La inflación, otro de los indicadores principales de la economía de China, podría mantenerse estable el año que viene en torno al 2,2%. La inversión en activos fijos podría caer desde el 15,5% de este año hasta el 12,8% en 2015. Por su parte, el crecimiento de ventas al por menor se espera que aumente desde el 12% hasta el 12,2%.
Durante el tercer trimestre del año, el crecimiento económico de China disminuyó hasta un 7,3%, y los pobres resultados del mes de noviembre, relacionados con las cifras de pedidos de las fábricas y de inversión, indican inequívocamente que el crecimiento anual no alcanzará la meta fijada por el gobierno chino de un 7,5%, lo que supone el crecimiento más débil en 24 años.