DBRS ha señalado que el panorama económico de Portugal se está deteriorando.
Fergus McCormick, director de deuda soberana de la agencia, ha indicado que “el crecimiento de Portugal en el segundo trimestre (+0,2%) incrementó nuestras inquietudes sobre las previsiones de crecimiento, que parece que se está ralentizando en el tercer trimestre”.
Asimismo, ha agregado que las presiones sobre la economía portuguesa “se están incrementando por varios frentes”, y ha destacado las exigencias de Bruselas de implementar más recortes para cumplir con los objetivos de déficit.
Sin embargo, McCormick ha explicado que la perspectiva del rating se mantendrá estable hasta la revisión de la calificación de Portugal el próximo 21 de octubre.
Si DBRS toma la decisión de rebajar un escalón la calificación a Portugal, la deuda soberana pasaría a ser considerada como “bono basura” y dejaría de ser elegible como colateral en las operaciones del Eurosistema, ya que el Banco Central Europeo (BCE) exige que al menos una de las principales agencias de calificación otorgue un rating en grado de inversión a una economía europea para que esta pueda acceder a su programa de flexibilización cuantitativa.
En este sentido, las entidades bancarias de Portugal tampoco podrían acceder a las operaciones de refinanciación del supervisor europeo con un tipo de interés al 0%.
La calificación de la deuda soberana de Portugal por parte de Moody’s, Standard & Poor’s y Fitch Ratings se ubica un escalón por debajo del grado de inversión, al situarse en ‘Ba1’, ‘BB+’ y ‘BB+’, respectivamente.