La producción de las fábricas británicas ha caído de forma inesperada en el mes de abril al ritmo más rápido desde el año 2012, debido a una demanda más débil en el país y en el extranjero. Los analistas consideran que estos datos aumentan el temor a la persistencia de la debilidad de la economía a principios de 2018.
Estas cifras también mostraron el mayor déficit comercial de bienes desde septiembre de 2016, ampliado por grandes caídas en las exportaciones de aviones, productos farmacéuticos y maquinaria.
Estos datos parecen que no están en consonancia con los comentarios ofrecidos por el vicegobernador del Banco de Inglaterra, Dave Ramsden, quien dijo que los datos conocidos hasta entonces sugerían que el débil desempeño económico 2018 sería temporal.
El Banco de Inglaterra dijo el pasado mes de mayo que no tenía previsto subir los tipos de interés hasta que se presentaran pruebas de que la economía estaba firme.
La producción manufacturera de Reino Unido ha caído un 1,4 por ciento mensual en el mes de abril después de una caída del 0,1 por ciento registrado en marzo, lo que supone una caída mayor de lo estimado por los economistas en una encuesta realizada que apuntaba de media a un crecimiento del 0,3 por ciento.
La Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS por sus siglas en inglés) ha destacado que se trata de la mayor caída desde octubre del año 2012 ante una debilidad en la maquinaria eléctrica y el acero para los sectores de infraestructuras.
El indicador de producción industrial ha caído un 0,8 por ciento en términos mensuales. El aumento anual del 1,8 por ciento fue más débil que todos los pronósticos.
Philip Shaw, economista de Investec, ha señalado que “esto sugiere que la recuperación del PIB en su conjunto en el segundo trimestre, si la hay, podría ser bastante moderada y ciertamente cuestiona la probabilidad de otro aumento de tipos en agosto”.