El precio máximo de la bombona de butano de 12,5 kilogramos ha aumentado un 4,96%, hasta alcanzar los 16,92 euros, de acuerdo con una resolución publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Este incremento se debe al ascenso de las cotizaciones de la materia prima (+20,59%), la depreciación del euro frente al dólar (-0,94%) y compensado en parte por la bajada de los fletes (-2,07%).
Fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico han informado que el aumento en el precio máximo se ha visto atenuado gracias al límite de variación superior del 5%. Si no existiera este límite, el precio sin impuestos de la botella se habría incrementado un 13,45%.
El precio máximo de venta de los gases licuados del petróleo envasados (GLP) en envases de entre 8 y 20 kilogramos (la tradicional bombona de butano) no se encuentra liberalizado. Este valor se revisa bimensualmente el tercer martes del mes, según establece la Resolución de la Dirección General de Política Energética y Minas.
La revisión bimensual del precio se fija en función del coste de la materia prima (propano y butano) en los mercados internacionales, del coste de los fletes (transporte) y la evolución del tipo de cambio euro-dólar.
Por otro lado, los expertos han recordado que esta revisión del precio, al alza o a la baja, está limitada al 5%, acumulándose el exceso o defecto de precio para su aplicación en posteriores revisiones.
El gas licuado de petróleo (GLP) envasado es una mezcla de hidrocarburos que se utiliza como alternativa al gas natural para su consumo energético en envases a presión, especialmente en poblaciones o núcleos urbanos que carecen de una conexión a la red de gas natural.
Hoy en día, se consumen unos 68 millones de envases de GLP de distintas capacidades, de los cuales 53 millones se están sujetos al precio máximo regulado (el 78%).
Los analistas han indicado que se trata de un combustible en retroceso. Entre los años 2009 y 2018 el consumo total de GLP envasado ha caído en torno al 20%.