España ha recuperado el 86% de la competitividad pérdida desde su ingreso en la Unión Europea, gracias a la moderación salarial, según ha señalado Ignacio Mezquita, director general de Política Económica del Ministerio de Economía.
Mezquita ha destacado que las estimaciones apuntan a que las reformas estructurales tendrán un impacto en los próximos diez años de 14 puntos porcentuales del PIB, «en la medida en que se ejecuten adecuadamente».
En su discurso durante la inauguración del curso académico del Club Español de la Energía (EnerClub), Mezquita también ha resaltado que la política económica del Gobierno ha contribuido al desapalancamiento del sector privado, ha provocado un ajuste del sector inmobiliario y ha mejorado la capacidad de financiación frente al resto del mundo, así como una disminución de los costes de esa financiación.
En este sentido, Mezquita ha asegurado que «suponiendo que las reformas contribuyan a un aumento de la tasa de crecimiento del 1% en los próximos diez años, que la presión fiscal sobre el PIB sea del 40% y que el gasto por habitante se mantenga estable, la deuda pública se reduciría en 29 puntos porcentuales».
«Obviamente la prioridad es el mercado de trabajo», ha subrayado Mezquita, quien ha reconocido que en lo que va de año se han destruido 180.000 empleos. No obstante, el director general de Política Económica ha asegurado que el año finalizará con una tasa de desempleo del 26,6%, «algo inferior a la prevista en el Plan de Estabilidad».
Con respecto al mercado de trabajo, Mezquita ha destacado que la reforma laboral permitirá la creación de empleo con un crecimiento de la economía de entre el 1% y el 2%, mientras que antes esto se producía por encima del 2%, y ha señalado que según el informe elaborado por el Gobierno, «ha permitido ahorrar la destrucción de 220.000 empleos».
No obstante, ha recordado que la OCDE publicará su punto de vista sobre la reforma laboral antes de que finalice el año.
Por otro lado, Mezquita ha apuntado otras medidas con el objetivo de perseguir una mayor competitividad y productividad del sistema. Entre ellas, ha destacado las reformas del mercado interior (como la Ley de Emprendedores, la Ley de Garantía de Unidad de Mercado o la reforma del sistema eléctrico), la modernización del sector público (a través de medidas como la reforma de las pensiones) y la capacidad de financiación de la economía
Además de en las reformas estructurales, el director general de Política Económica ha afirmado que la política económica del Gobierno se basa en la sostenibilidad de las finanzas públicas y en la reestructuración del sector bancario español.