Las empresas emergentes o startups españolas captaron 1.971,7 millones de euros de inversión en el primer semestre de 2022, un 8,4% menos que los 2.152,8 millones que se alcanzaron en el mismo periodo de 2021 en un contexto económico marcado por el estallido de la Guerra en Ucrania y la inflación.
Según los datos del Observatorio del Ecosistema de Startups de la Fundación Bankinter, durante el primer semestre de 2022 las empresas emergentes españolas cerraron 238 operaciones, un 22,7% más que en el mismo periodo de 2021, pero su valor medio descendió un 25,4% hasta los 8,3 millones.
Entre enero y marzo la inversión en empresas emergentes alcanzó los 1.226 millones de euros, un 13% más que en el mismo periodo de 2021, a través de 116 operaciones.
No obstante, tras un primer trimestre mejor al del año anterior, la inversión descendió un 30% interanual entre abril y junio de 2022, hasta los 744,9 millones de euros a través de 122 operaciones, por lo que, mientras que el número de operaciones se mantuvo, el volumen de inversión descendió.
Pese a ello, durante los seis primeros meses de 2022 se invirtió más que en 2020, 2019 o 2018, después de que 2021 se cerrara con 4.300 millones, casi cuatro veces más que el volumen del ejercicio anterior y récord en toda la serie histórica.
La principal fuente de inversión de las empresas emergentes durante el primer semestre de 2021 fueron los fondos de capital riesgo, que invirtieron 1.191,8 millones, lo que supone un incremento del 43% respecto al mismo periodo de 2021.