La Comisión Europea ha anunciado que financiará cinco proyectos en el campo de la protección de infraestructuras clave, tanto de ciberataques como de amenazas físicas, así como para conseguir unas ciudades más seguras e ‘inteligentes’.
Los fondos que se destinarán son más de 38 millones de euros, procedentes del programa Horizonte 2020, la estrategia comunitaria de investigación e innovación y los proyectos seleccionados comenzarán a andar entre este mes y octubre, para después desarrollarse durante dos años.
Así, tres de ellos estarán centrados en mejorar la prevención, detección, respuesta y mitigación ciberataques y amenazas físicas a redes de metro y ferrocarril, infraestructuras espaciales sobre el terreno y satélites y servicios de comercio electrónico.
Los otros dos proyectos persiguen el objetivo de reforzar la solidez de infraestructuras y servicios de ciudades, así como la protección de los ciudadanos, en casos de incidentes de seguridad en espacios públicos.
«Unas mayores inversiones a nivel de la UE y nacional en tecnologías y soluciones innovadoras de ciberseguridad son de vital importancia para fortalecer la resiliencia de Europa a los ciberataques», ha resaltado el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton.
La Comisión Europea ha puesto de manifiesto la importancia de la resiliencia digital en tiempos de crisis al considerar que según los resultados del Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI) de 2020, la industria está recurriendo más que nunca a las soluciones digitales.
«Esta crisis del coronavirus ha demostrado hasta qué punto resulta crucial para los ciudadanos y las empresas estar conectados y poder interactuar entre sí en línea» comentaba la vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, Margrethe Vestager, tras publicarse los resultados del Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI) correspondiente a 2020, que analiza el rendimiento digital general de Europa y hace un seguimiento de los avances de los países de la UE en su competitividad digital.
Dado el concepto actual, los datos de este informe cobran aún mayor importancia, pues se ha demostrado hasta qué punto las tecnologías digitales se han vuelto esenciales al permitir la continuación la vida laboral, seguir de cerca la propagación del virus o acelerar la búsqueda de terapias y vacunas.