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jueves, abril 18, 2024
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La pobreza aumenta un 8% desde el comienzo de la crisis

 La pobreza aumenta un 8% desde el comienzo de la crisis

El nivel de pobreza ha aumentado un 8% desde el comienzo de la crisis, en concreto entre 2006 y 2011, lo que ha provocado que el desarrollo humano en España haya sido un 4,4% menor que si la recesión no se hubiera producido.

Asimismo, la diferencia entre comunidades autónomas en cuanto a las cifras de pobreza y desigualdad se ha acentuado, hasta llegar incluso a duplicarse en algunas, como es el caso de la Comunitat Valenciana, donde la pobreza ha crecido un 18%.

Así se desprende del informe ‘Desarrollo humano y pobreza en España y sus comunidades autónomas’, elaborado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) y la Fundación Bancaja, presentado en Valencia este miércoles día 15 por sus autores, la catedrática de la Universidad de Alicante y el catedrático de la Universidad Pablo de Olavide Antonio Villar, junto al vicepresidente de la Fundación, Javier Quesada.

El estudio recoge el nivel de desarrollo humano, un 4,4% menor que si no hubiera estallado la crisis y, mientras el bienestar material se ha visto duramente afectado con una caída del 13,7% para el conjunto de España, el impacto sobre los índices de educación y salud se ha atenuado, y en el período analizado no se han visto influido. No obstante, los expertos advierten que de prolongarse la crisis, también podrían verse afectados, como ya ha sucedido en Grecia o Rusia.

La distancia a la que se encuentran algunas comunidades autónomas de la media nacional llega incluso a duplicarse. Un ejemplo es Canarias (21% de pobreza), que ha empeorado su situación respecto a la media nacional (8%). Lo mismo ha sucedido con la Comunitat Valenciana (18%) o Andalucía (16%), mientras que otras se sitúan por debajo de la media, como Navarra (-9%), País Vasco (-2%) o Madrid (4%).

Por otra parte, regiones como Castilla y León, Galicia, Madrid, Cataluña y País Vasco han visto disminuida su desigualdad frente a las demás, en las que ha aumentado y el desarrollo humano ha caído respecto a un escenario sin recesión. De no haber crisis, este índice hubiera sido un 4,4% mayor para el conjunto de España, correspondiendo a Andalucía la caída mayor (6,4%), y a Cataluña la mínima (2,7%).

En cualquier caso, se observa una «inercia» en la posición relativa de las autonomías y la ordenación prácticamente no cambia a lo largo del tiempo.

El informe, –que se basa en variables de bienestar material, educación y salud–, muestra cómo los primeros años de la crisis han afectado fundamentalmente al bienestar material, calculado a partir de la renta, que se «resiente» con una caída del 13,7% de media estatal, con picos en Andalucía (20,4%) y Cataluña (8,4%).

En este punto, los expertos han querido puntualizar las diferencias entre la percepción y los datos, ya que, comparativamente, las cifras arrojan resultados algo mejores que en los años anteriores 2006. En los años del ‘boom’, las rentas se incrementan rápidamente y es a partir de 2008 cuando se produce una caída importante.

Por el momento, los otros dos índices utilizados en el cálculo del desarrollo humano, -salud y educación-, no se han visto alterados en el período estudiado. De hecho, una primera reacción al desempleo ha sido el aumento de los índices de matriculación, lo que ha mejorado la variable educativa, ya que ante la dificultad de encontrar empleo, se opta por seguir estudiando.

«Pero la variable de salud se verá afectada si el sistema sanitario público sufre un deterioro importante y la pobreza se extiende» –alerta el informe–. «Si el período de crisis se prolonga la tendencia previsible es de un mayor deterioro del bienestar material, un ligero deterioro de la variable de salud y un ligero repunte en educación».

Un escenario que dibuja el «fuerte crecimiento» de la tasa de parados de larga duración, que según datos de este mismo año, «se ha multiplicado por siete entre 2006 y 2013», y «la situación empieza a ser muy seria».

Asimismo, se están llevando a cabo «recortes indiscriminados» de forma «horizontal» han criticado los expertos. A su entender, esto «nos está retrasando de salir de la crisis porque no podemos mantenerlo todo con menos dinero» y habría que hacer recortes «selectivos», «pensando realmente qué produce más» para cambiar el sistema productivo y salir con «estructuras más potentes».

«Pero eso es más difícil de hacer y de vender», han lamentado, y se ha abogado por recortar por todas partes.

Los expertos han querido destacar el «entorno estable» de la estructura social y familiar en España que «está haciendo que se soporte mejor» la crisis. El núcleo familiar se comporta en este país como «un verdadero grupo supliendo las carencias» y «evitando un mayor conflictividad social», han resaltado.

En el caso concreto de la Comunitat Valenciana, el nivel de desarrollo humano ha descendido un 3,4% pero no tanto como la media estatal, que ha caído un 4,4%. Aún así, la pérdida de bienestar material, calculada a partir de la renta, sí ha golpeado con fuerza la región valenciana con una pérdida de desarrollo de un 10,5%, más del doble que en el conjunto del país.

Para los expertos, la Comunitat cuenta además con «problemas muy serios de déficit en parte por gastos mal diseñados pero también porque desde el principio, –pasando por todos los gobiernos autonómicos– tenemos un sistema de financiación» que no entienden «como hemos soportado» tantos años y que, al menos hasta 2015, no se prevé modificar.

Los autores del estudio consideran que es preciso cambiar el actual sistema de financiación, y confían en que «la crisis ayude a hacernos más conscientes y exigentes ante el político que se va y deja el déficit a otros y que se apañen». Concluyen el informe afirmando que se han permitido «algunas alegrías en los años de bonanza que quizá habría que repensar».

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