La economía peruana creció 2.68% al cierre de 2022, un resultado que fue reportado ayer por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) y que estuvo por debajo del promedio de América Latina.
El bajo crecimiento del PBI peruano, además, culminó el periodo 2022 con un crecimiento en diciembre de 0.86% respecto al mismo mes del año anterior. La tasa de crecimiento no solo mantuvo la senda de la desaceleración, sino que fue la más baja desde febrero de 2021 y estuvo marcada por las caídas de los sectores agropecuario (-0.96%), manufactura (-4.65%), telecomunicaciones (-7.95%) y financiero (-8.37%).
Hubo sectores, no obstante, que sostuvieron la actividad económica como la minería e hidrocarburos (9.34%), construcción (2.96%) y alojamiento y restaurantes (5.76%).
Al respecto, el Instituto Peruano de Economía (IPE) reportó que el crecimiento de 2022 fue arrastrado por la desaceleración por la que atravesó la economía durante la segunda mitad del año y especialmente hacia el final del año debido a los conflictos sociales.
En ese contexto, el economista jefe del IPE, Víctor Fuentes, comentó que el proyecto minero de cobre Quellaveco (Moquegua) será importante para la economía en 2023.
“Estimamos que cerca de un tercio del crecimiento de 2023 vendrá por Quellaveco”, dijo a Perú21.
Además, comentó que si bien la definición del adelanto de elecciones y el consecuente periodo electoral son un factor de incertidumbre, una vez superados también podría surgir la discusión sobre la asamblea constituyente como un nuevo elemento a considerar.
“El riesgo de que gane tracción una asamblea constituyente probablemente tenga un impacto aun mayor que el de posibles elecciones. Ese componente probablemente tenga más peso y no se va a diluir porque en el Congreso se pongan de acuerdo para definir las elecciones. Y sobre eso, también tienes factores positivos en minería, que se soportan en un mercado chino que se está abriendo muy rápido comparado a como venía por su política de COVID cero”, remarcó.