El Gobierno de Japón ha informado que, debido a la caída de sus exportaciones y del consumo doméstico, su Producto Interior Bruto (PIB) se contrajo en el último trimestre de 2015 un 1,4%.
Asimismo, el PIB nipón disminuyó un 0,4% en comparación con el período comprendido entre julio y agosto.
La tercera economía mundial volvió así a entrar en terreno negativo, después de que en el trimestre anterior de 2015 el indicador creciera un 1% interanual y un 0,3% intertrimestral.
Los datos de octubre-diciembre, tercer trimestre del ejercicio fiscal nipón 2015, muestran que el consumo doméstico retrocedió un 0,8% respecto al trimestre anterior.
Este componente, que representa aproximadamente el 60% del PIB de Japón, recayó principalmente debido a las débiles ventas de prendas de la temporada invernal. «Las altas temperaturas récord que se han registrado este invierno ha causado una caída de las ventas de ropa, y esto ha pesado mucho sobre el consumo doméstico», explicó el ministro de Economía, Nobuteru Ishihara, en declaraciones a los medios nacionales.
Las exportaciones, el otro motor de su economía, cayeron un 0,9% a raíz del descenso de la demanda en Estados Unidos, así como en China y en otras economías emergentes.
En positivo destaca el incremento de la inversión de capital del 1,4%, pieza que el actual Gobierno del primer ministro Shinzo Abe se propone activar para estimular la recuperación.
En este sentido, Ishihara, afirmó que «las bases de la economía nipona son buenas», y añadió que ésta «continúa con su tendencia de recuperación moderada», no obstante, admitió que existen «riesgos que se deben vigilar» como «la situación de China y de otros países con recursos naturales, y los movimientos de los mercados».
Aunque la nueva contracción está por debajo de las previsiones de los analistas locales, esta evolución vuelve a poner en tela de juicio la efectividad de «Abenomics«, el programa de reforma económica impulsado por Abe para iniciar un ciclo de crecimiento.
Desde la llegada al poder del primer ministro conservador a finales de 2012, la economía nipona ha experimentado altibajos, cayendo en recesión técnica entre abril y septiembre de 2014, a raíz de la entrada en vigor del aumento del impuesto sobre el consumo.