Horas reducidas, el ‘próximo paso’ del Ministerio de Trabajo

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Horas reducidas, el 'próximo paso' del Ministerio de Trabajo

Dado que ya está en vigor el Convenio de Salario Mínimo (SMI), la reducción de la jornada laboral es la próxima tarea del Ministerio de Trabajo Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del sector y ministra, anunció que mantendrá el lunes una mesa de diálogo con agentes sociales, como uno de los pesos pesados ​​que su sector trabajará para impulsar el primer paso de la conversación, aunque ella evitó la pregunta establecer la fecha.

La medida es un salto adelante del plan electoral de Soumard al acuerdo del gobierno con el Partido Socialista de los Trabajadores para considerar una reducción gradual de la jornada laboral, que incluye reducir la actual semana laboral de 40 horas a 38,5 horas este año y en 2025. 37,5 horas al año.

Al plan, sin embargo, le queda un largo recorrido. Primero, porque Díaz tiene que desatascar la reforma del subsidio por desempleo que debe a Bruselas a cambio del siguiente desembolso de los fondos europeos después de que esta no saliera adelante tras no conseguir el apoyo de Podemos, que votó en negativo junto a PP y Vox. Y segundo, porque después de la negociación con patronal y sindicatos, Díaz llevará la medida a examen en el Congreso de los Diputados, al que trabajará para llegar con los apoyos necesarios para evitar precisamente un nuevo varapalo parlamentario que dé al traste con sus planes.

Para los sindicatos no hay tiempo que perder. La semana pasada ya plantearon la necesidad de iniciar ya esta negociación durante la presentación de los hitos que tanto CCOO como UGT marcan este año en sus agendas. De hecho, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, avisó de que si no se convoca la mesa de manera inmediata, el recorte planteado para este año no llegaría a tiempo.

En una entrevista para Antena 3, Díaz ha insistido en la reducción de jornada como un paso «clave» para el mercado de trabajo ya que, según ha señalado, supondrá «más tiempo de vida y menos de trabajo manteniendo el salario», y ayudará a solucionar el «problema de productividad» que sitúa a España atrás con respecto a vecinos europeos.