Ardo Hansson, el gobernador del Banco de Estonia, ha informado en el diario alemán Börsen-Zeitung que el Banco Central Europeo (BCE) podría terminar con su programa de compras de bonos después de septiembre, si la economía y la inflación continúan como hasta ahora.
«Si el crecimiento y la inflación evolucionan más o menos en línea con las previsiones, sería concebible y también adecuado acabar con las compras después de septiembre», explica Hansson.
«Creo que podemos ir a cero de golpe sin ningún problema», añade el miembro del Comité Ejecutivo del BCE.
Por otro lado, en cuanto a la subida del euro, que se cambia ya a 1,22 dólares, Hansson apunta que «no es una amenaza para las perspectivas de inflación».
La semana anterior, el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha vuelto a reducir el techo de liquidez de emergencia a los bancos griegos en 2.800 millones de euros, previa solicitud del Banco de Grecia, según informó la entidad helena a través de un comunicado.
De esta forma, el límite máximo de liquidez del que pueden disponer los bancos del país, que solicitan a través del mecanismo de provisión de liquidez (ELA), se reduce a 22.000 millones de euros.
Este límite, que estará vigente hasta el próximo 7 de febrero de 2018, refleja, según el Banco de Grecia, «la mejora de la situación de liquidez de las entidades, como resultado de un mayor flujo de depósitos del sector privado y del acceso de los bancos a los mercados financieros mayoristas».
El pasado 25 de julio, Grecia emitió bonos a cinco años en lo que suponía la primera salida de prueba a los mercados de capitales tras casi tres años de ausencia y que logró superar con éxito.